La propuesta de decreto de desarrollo de la energía fotovoltaica presentado por el Govern de Catalunya ha levantado bastante polémica entre pequeños productores y grupos ecologistas.
Como Ecologistes en Acció, que pide al Departament de Política Territorial y a la Direcció General d’Arquitectura i Paisatge de la Generalitat de Catalunya la anulación de la propuesta de decreto.
Como Ecologistes en Acció, que pide al Departament de Política Territorial y a la Direcció General d’Arquitectura i Paisatge de la Generalitat de Catalunya la anulación de la propuesta de decreto.
Uno de los puntos más conflictivos es que se establece una fianza basada en el coste de los trabajos de desmantelamiento de las instalaciones y de restauración de terrenos en función de la superficie afectada, ya que encarece el coste de la instalación, y no se pide a centrales productivas de energía que tienen mucho mayor impacto medioambiental (incluido el paisajístico), como las nucleares, térmicas o grandes embalses. Tampoco se pide a las industrias de cualquier sector, mayoritariamente más contaminantes.
La conclusión es que o han sido más papistas que el Papa o tal vez les asuste que la producción de energía pase de estar en pocas manos a que haya multitud de microproductores.
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